Proyecto del CaixaForum Málaga.

La ciudad de Málaga se consolida como uno de los principales focos de atención del panorama artístico español incorporando nuevos atractivos a su ya generosa oferta cultural. Así, esta semana se ha presentado el proyecto del innovador CaixaForum que en menos de dos años podría abrir sus puertas en la capital malagueña y cuyo diseño se sitúa a la vanguardia de la arquitectura contemporánea en cuanto a su conciliación de belleza estética, adaptación al entorno y fomento de la interacción social. El edificio proyectado se construirá en la plaza de Manuel Azaña y dedicará más de 9.400 metros cuadrados a la cultura, el arte, la educación y la ciencia, pues como ha recalcado Elisa Durán, directora general adjunta de la Fundación ”la Caixa”, ‘cultura y educación son los dos pilares básicos del progreso de las personas y de nuestra sociedad’. Se trata, por tanto, de un ‘modelo singular’, que Durán califica de ‘seguramente único en el mundo’ y que nace con ‘la voluntad de convertirse en uno de los símbolos de identidad de la ciudad (…) claramente reconocible (…) [y que aspira a llegar a ser] un punto de atracción para el disfrute de los malagueños’. En total, el centro conllevará una inversión total de alrededor de treinta millones de euros para la infraestructura y unos cinco millones anuales para el mantenimiento y la producción de las seis exposiciones y más de mil quinientas actividades que se celebran cada temporada en un CaixaForum.

Picharchitects/Pich-Aguilera

‘El sueño de un CaixaForum Málaga empieza hoy a hacerse realidad’, ha afirmado el presidente de la Fundación ”la Caixa”, Isidro Fainé, para quien los centros CaixaForum constituyen: 

puntos de encuentro, centros abiertos al servicio de todos en los que se promueve el acceso a la cultura entendida como pieza fundamental para la construcción de una sociedad mejor, más cohesionada, más justa y más dialogante, porque la cultura es un motor para la comprensión y el progreso social, un instrumento fundamental para el crecimiento de las personas, y sin duda también, una fuente de bienestar, es pura magia, un canto de vida

De los nueve candidatos a la adjudicación de esta nueva ‘excepcional carta de presentación de Málaga’ que se espera comience a levantarse tras la época estival y pueda abrirse al público en el segundo semestre de 2026, el proyecto ganador corresponde al presentado por Picharchitects/Pich-Aguilera, estudio que en 1986 fundaran Felipe Pich-Aguilera —miembro fundador y presidente desde 2009 a 2017 del Green Building Council España, además de profesor de proyectos de la Universitat Internacional de Catalunya—  y Teresa Batlle —que a día de hoy preside el Comité Científico de la Asociación de Sostenibilidad y Arquitectura, y que entre 2011 y 2015 formó parte del comité asesor del planeamiento urbano de la Manzana Verde de Málaga—. Efectivamente, se trata de un estudio comprometido con una planificación arquitectónica sostenible que desde un principio ha centrado sus esfuerzos en la eficiencia energética, el diseño bioclimático y la economía circular, de ahí su participación en quince proyectos de innovación relacionados con la edificación y el medio ambiente financiados por la Comisión Europea. Entre los proyectos desarrollados por Picharchitects, cabe reseñar distintos institutos de investigación científica y tecnológica, como el Parc Científic i Tecnològic Agroalimentari de Lleida, el Centro Tecnológico Leitat de Barcelona y el Instituto de Investigación Científica Sant Pau, así como varios centros de salud y bienestar social, véanse el Hospital Universitario Sant Joan de Reus o el Centro OUM Wellness en Monterrey (México).

Ecología y estética

El carácter ‘icónico’ de este edificio que en palabras del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, sitúa a la localidad en ‘el pelotón de cabeza de las grandes ciudades españolas’, se lo confiere su cubierta en forma de gota de agua, una disposición que simultáneamente se vuelve metáfora medioambiental en cuanto elemento protector del espacio climático, articulándose de este modo lo que Elisa Durán ha denominado ‘un diálogo entre arquitectura y naturaleza basado en la razón y en la emoción’. Porque representa, según la directora general adjunta de la Fundación ”la Caixa”:

Una gota de agua que nos invita a tomar conciencia de la importancia del agua y del compromiso con el entorno en una época de cambio climático que afecta de una manera muy especial a las regiones mediterráneas y, muy concretamente, a aquella en la que hoy nos encontramos

En su conjunto, el complejo contará con dos grandes salas de exposiciones, un auditorio y aulas polivalentes en la primera planta, y un ámbito educativo, una cafetería-restaurante y una tienda-librería en la planta baja, además de oficinas, almacenes, recepción, vestíbulo, áreas técnicas y aparcamiento. En su parte exterior, se configurará una amplia zona verde ajardinada que regenerará el entorno urbano y donde podrán desarrollarse actividades al aire libre. Una integración armónica que implica asimismo otras alusiones de carácter simbólico, como resulta ser el rico cromatismo del material cerámico que se empleará en el edificio, cuya iluminación diurna y nocturna originará efectos de enorme atractivo, al incorporar una iluminación LED de bajo consumo y facilitar la proyección de gráficos en movimiento y contenidos de vídeo de alta definición que atraigan e informen a los viandantes de la programación del centro.

A esto hay que añadir, según ha explicado el arquitecto Felipe Pich-Aguilera, el hecho de tratarse de una ‘gran cubierta cerámica pensada para jugar en su trasdós y en su lomo con cerámica vidriada de colores que tengan que ver con Málaga y con su especial luz del Mediterráneo’. Por consiguiente, la cubierta se compondrá de piezas en forma de escamas con tonalidades entre el azul y el verde sobre un fondo blanco, sirviendo igualmente de homenaje a la obra del pintor Joaquín Sorolla, gran entusiasta de la ciudad de Málaga y uno de los artistas que mejor ha sabido captar la luminosidad de la costa mediterránea.

Medio ambiente y economía local

En cualquier caso, el nuevo CaixaForum Málaga pretende distinguirse como un edificio totalmente comprometido con la biodiversidad de un ecosistema natural heterogéneo y estable. De esta manera, esa misma cubierta cerámica posibilitará que el aire circule a su través proporcionando confort termodinámico, mientras que su orientación, abarcando el recorrido de arco solar, la convertirá en un refugio climático, al ‘formar una cadencia de secciones que permitirán modular la incidencia del sol según las estaciones del año’, según indican fuentes de ”la Caixa”. En este sentido y de acuerdo con Pich-Aguilera, el CaixaForum es un ‘hito en la ciudad’ que, sobre todo, llega para ‘equilibrar y generar un nuevo nodo que tiene que ver con la ciudad y el despliegue armónico de esa trama urbana que viene del pasado y que se proyecta hacia el futuro’. Representará, en suma, ‘un edificio paisaje’, que forma parte del espacio físico, lo construye y dialoga con la naturaleza de su entorno, ha insistido Pich-Aguilera. En función de todo lo anterior, el CaixaForum Málaga ha sido concebido para llegar a ser un edificio de balance cero, donde el consumo total de energía sea abastecido por la misma construcción que controlará estrictamente sus emisiones de CO2 y su demanda energética térmica y lumínica. Y si las piezas cerámicas de la cubierta serán reflectantes para evitar la acumulación de calor provocada por el sol, el edificio también contará con mantos vegetales y placas fotovoltaicas que aprovechen esa energía, mientras las especies del jardín se seleccionarán en función de la climatología local. La construcción dispondrá de mecanismos de recogida de agua de lluvia y recirculación de aguas grises de uso interno a fin de contribuir al ahorro hídrico, reteniéndose también el agua gracias al empleo de cubiertas ajardinadas con una vegetación que no exija un riego excesivo. Tampoco se olvidará la normativa comunitaria en cuestión de selección y aplicación de materiales, otorgando prioridad a los de contenido reciclado y a los proporcionados por fabricantes y proveedores locales