Mucha suerte, 2022.
Hasta el próximo 1 de septiembre puede visitarse en el CAC Málaga – La Coracha la primera exposición que el artista puertorrealeño Chanivet presenta en un museo. Es una muestra cuyo título, La huella en la harina, habla de la vida de su autor y de la de todos nosotros, porque sus lienzos, al modo de naturalezas muertas o vanitas de un mundo actual, se componen de los objetos que marcan la existencia de cada persona. Así, del recuerdo de la infancia, La huella en la harina nos traslada al momento presente de Chanivet, pero también al del propio espectador, cuya trayectoria vital se conforma igualmente a partir de los objetos y momentos que, aunque puedan borrarse con el paso del tiempo, siempre permanecen en la memoria. Un magma de vivencias, un cúmulo de presencias, de instantes, que unas veces se mantienen aletargados y otras fluyen libremente, despertando de forma inesperada asociaciones inusitadas. Una amalgama insospechada, un sistema de elementos a priori inconexos que, a su vez, configura nuevos conjuntos semánticos y, en este sentido, hace transitar los acrílicos de Chanivet entre las aparentemente antagónicas esferas de la figuración y la abstracción. Y es que a pesar de su representación predominantemente figurativa, su significación alcanza niveles que se elevan más allá del plano de la mera identificación de lo real. Por eso el autor asegura que sus obras constituyen casi auténticos retratos, digamos un tipo de retrato ‘abstracto’, en el que no pueden apreciarse más que las facciones de una interioridad que Chanivet inmortaliza en un momento fugaz, que aparece congelada en el tiempo como si de una instantánea fotográfica se tratase. A continuación, José Antonio Chanivet explica estas y otras cuestiones relativas a las más de treinta pinturas realizadas durante el último trienio que hoy acoge el CAC Málaga – La Coracha.
EN PERSPECTIVA: ¿Cómo se presentaría a sí mismo ante el público? ¿Quién es José Antonio Chanivet?
CHANIVET: Bueno, la pregunta no tiene una respuesta sencilla. Siempre me he considerado un trabajador del Arte y, en este momento, un pintor en el sentido más puro, aunque en otras etapas de mi carrera he empleado diversos medios de expresión. Actualmente, mi dedicación a la pintura es absoluta.
E-P: El CAC Málaga ha inaugurado La huella en la harina en su sede de La Coracha. ¿Qué supone esta nueva exposición en el conjunto de su carrera?
Ch: Exponer en el CAC Málaga es un sueño para cualquier artista. Es una de las referencias más importantes del arte contemporáneo en España y a nivel internacional. Ver mis obras en el mismo espacio que ha albergado piezas de Gerhard Richter, Alex Katz, Paul McCarthy, Neo Rauch, Art & Language, Luc Tuymans, Gilbert & George, Jaume Plensa, Santiago Sierra, William Kentridge, Michelangelo Pistoletto, Michael Borremans, entre otros, es algo enorme y conlleva una gran responsabilidad. Además, el comisariado de Fernando Francés, indiscutiblemente uno de los mejores de España, añade aún más valor a esta experiencia. Todo esto no solo valora mi trabajo, sino que también me llena de ilusión para seguir creando.
E-P: ¿Cómo ha de interpretarse su título?
Ch: Bueno, el título tiene un significado muy simple y cercano a la realidad. Nací y pasé mis primeros años en una fábrica de harinas donde trabajaba mi padre. Durante los veranos lo acompañaba y lo ayudaba en lo que podía, como si fuera un juego. Uno de mis entretenimientos era dibujar sobre la harina, previamente alisada con mucho cuidado; estos dibujos tenían una vida breve, ya que desaparecían con el mínimo movimiento. Esta exposición está dedicada a lo efímero, lo delicado y sensible, al cambio, al paso del tiempo y a los momentos vividos y por vivir, a la ‘huella en la harina’.
E-P: En sus lienzos observamos numerosos elementos que no guardan relación aparente. ¿Qué significación adquiere en sus obras la descontextualización de los objetos representados?
Ch: Cada objeto tiene un significado propio e independiente de los demás. Algunos formaron parte de mi niñez, otros están vinculados a recuerdos recientes y otros poseen un significado muy actual. Mi labor consiste en construir una especie de bodegón contemporáneo (término que me agrada y que algunos han utilizado para describir mi trabajo), donde estos elementos dispares coexisten y, al final, conforman algo totalmente nuevo y distinto. Incluso me atrevería a decir que más cerca de la abstracción que de la figuración.
E-P: Al igual que sucede con los objetos, las figuras humanas carecen de un nexo real y a veces se muestran en una escala diferente. ¿Cuál es el papel desempeñado por el ser humano en sus cuadros?
Ch: Bueno, la presencia humana está siempre latente en mi trabajo. En mi obra, el objeto carece de significado sin la manipulación y la proyección humana. Es el ser humano quien da valor a cada elemento, ya sea a través de su huella o transformando el objeto en recurso o símbolo. Estas obras son casi autorretratos, definidos por objetos sobre los que, en algún momento, proyecté mis sentimientos, como si fueran esos juguetes de plástico con los que los niños construyen nuevas realidades en sus juegos.
E-P: El curso temporal parece haberse interrumpido sobre el lienzo, ¿a qué responde la ausencia de acción o su detenimiento en un cierto momento?
Ch: Efectivamente, es el retrato de un instante fugaz, mantenido en equilibrio y susceptible de cambiar en cualquier momento por una mínima acción, al igual que aquellos dibujos que hacía sobre la harina. Este concepto siempre ha estado presente en mi trabajo de alguna manera. Mis anteriores dibujos en gran formato y en blanco y negro enfatizaban escenas en tensión, en las que se esperaba que algo sucediera para romper el momento. Con el paso del tiempo se ven todos estos conceptos mucho más claros en mi trabajo como autor.
E-P: En cada uno de sus lienzos se yuxtaponen y superponen aleatoriamente fragmentos pictóricos en diferentes estilos: unos de carácter realista, otros abstractos, algunos que recuerdan al comic y al pop, formas que pudieran tener un carácter onírico y surrealista. ¿De qué manera está presente la tradición artística en José Antonio Chanivet?
Ch: Bueno, soy un autor de oficio y utilizo todos los recursos a mi alcance para acentuar las diferencias entre las distintas partes de la obra, diferenciándolas formalmente para mantener la independencia de cada objeto dentro del conjunto. No es raro que convivan recursos pictóricos de muy diversa índole, que deben ceder espacio al conjunto para convivir en armonía. Son elementos de juego adicionales.
E-P: ¿Dónde encuentra Chanivet sus fuentes de inspiración? ¿Cuál es su método creativo?
Ch: Sin duda mi fuente es el objeto. Almaceno y clasifico aquellos sobre los cuales puedo actuar y me trasmiten, recuerdan o proyectan momentos y sentimientos a modo de fotos de un álbum familiar. Una vez seleccionados los objetos e imágenes participantes, la siguiente fase creativa es el juego, que debe lograr que mis composiciones, aunque parecen aleatorias, funcionen perfectamente gracias a un estudio y trabajo muy meticulosos. La incorporación de numerosos objetos incrementa la dificultad de esta fase, en la cual invierto la mayor parte del tiempo de producción. Cualquier cambio en la posición de un elemento puede desequilibrar la narrativa que deseo transmitir.
E-P: Frente a quienes pudieran considerar que la pintura sobre lienzo es una manifestación artística propia de otra época, ¿qué posibilidades expresivas ofrece aún el arte pictórico?
Ch: Bueno, la pintura está siempre viva y en boga. No creo que sea una manifestación pasada de moda del arte antiguo; la veo más bien como una forma artística que, en cada momento, demuestra su relevancia y, en muchos casos, influye decisivamente sobre otras manifestaciones artísticas. La considero la reina del Arte, una disciplina que continuamente se renueva y adapta, reflejando la esencia de su tiempo y manteniendo su capacidad de impactar y conmover a quienes la contemplan. La pintura, con su rica historia y su constante evolución, sigue siendo un pilar fundamental en el mundo del arte.
E-P: ¿Trabaja ya en una nueva serie pictórica? ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Ch: La verdad es que no paro; siempre estoy dándole vueltas a mi trabajo para optimizarlo al máximo. Continúo desarrollando mi línea actual y entiendo que el proceso natural me llevará hacia una simplificación formal que espero aporte más rotundidad, reduzca el peso visual y mantenga el significado. En cuanto a los próximos proyectos, como suele ocurrir con los artistas, me siento un poco cauteloso al hablar de ellos, pues a veces parece que se desvanecen antes de materializarse. Sin embargo, este año espero poder presentar mi trabajo en eventos en Cadaqués, Madrid y Miami. ¡Crucemos los dedos para que todo se concrete!
Hasta el momento José Antonio Chanivet ha celebrado numerosas exposiciones individuales, véanse: Nada definitivo, Galería Weber Lutgen, Sevilla (2021); #loquenoséquesé, Sala Rivadavia. Fundación Provincial de Cultura. Diputación de Cádiz (2019-2020); Chanivet. Trabajos 2014 – 2018, Galería Manolo Alés. La línea de la Concepción, Cádiz (2018); Mapas debajo de la mesa, Centro Cultural Alfonso X El Sabio. Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, Cádiz (2017); Negro, papel, tijera, Sala Centro La Chanca. Ayuntamiento de Conil. Cádiz (2016); Mapas debajo de la mesa, Sala Blas de Lezo. Casa de Iberoamérica. Ayuntamiento de Cádiz (2016); Carne adobada, Centro Cultural Iglesia San José, Ayuntamiento de Puerto Real, Cádiz (2014); Pre / Posición, Galería Milagros L. Delicado, El puerto de Santa María, Cádiz (2013). Entre las exposiciones colectivas en las que ha participado cabe destacar asimismo: Homenaje a Chema Cobo, Galería Weber Lutgen, Sevilla (2023); Heart ¬ Paint, Sala Arte Diario. Diario de Jerez, Jerez, Cádiz (2023); Marbella Gallery Weekend. MUAC, Galería EsArte Gallery. Marbella (2022); y 15 Aniversario, Galería Weber Lutgen, Sevilla (2022).